¿Qué es la depresión?

08 agosto 2019

La Depresión es un Trastorno del Estado de Ánimo que se traduce en un estado de decaimiento psicológico y biológico que afecta a diferentes áreas: social, laboral, familiar y personal.

Afecta al individuo en su forma de pensar y sentirse, así como a nivel motor y fisiológico.

La Depresión afecta tanto a adultos como niños y adolescentes, y es muy frecuente en la 3ª edad. Tiene una alta incidencia, entre el 4% y el 8% de la población, y esta tendencia va en aumento. La Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) prevé que dentro de pocos años la Depresión será la segunda causa de incapacitación y muerte después de las enfermedades cardiovasculares en el mundo.

Los síntomas depresivos propios de la Depresión son comunes a otros muchos trastornos psicológicos. Los síntomas depresivos encubren frecuentemente a otro tipo de trastornos y prácticamente casi todos los trastornos existentes los presentan.

Sus principales síntomas son:

  • Sensación permanente de tristeza.
  • Sentimientos de poca valía.
  • Labilidad emocional.
  • Falta de concentración y alteraciones en la memoria.
  • Cansancio físico.
  • Anedonia: falta de disfrute en general.
  • Alteraciones del sueño y del apetito.
  • Aumento o pérdida de peso.
  • Irritabilidad.
  • Falta de motivacion

La persona deprimida se siente desesperanzada e indefensa.

Es típico de los estados depresivos tener pensamientos catastrofistas (“nunca me pondré bien”), pensamientos de autoculpa (“soy la causa de todos los males”) o referidos a la validez propia(“no valgo para nada” o “soy incapaz”) entre otros.

Estos pensamientos mantienen el estado depresivo y tienen un carácter disfuncional, es decir, no son ciertos ni adaptativos pero la persona deprimida está convencida de su autenticidad. Estos pensamientos alimentan y empeoran el estado depresivo que puede llegar incluso a terminar con el suicidio.

Una vez diagnosticada la depresión, el paciente debe iniciar el tratamiento, médico o psicológico, según la gravedad del trastorno.

El tratamiento farmacológico de la depresión se suele limitar a los cuadros depresivos moderados o graves. Se recomienda, a su vez, iniciar terapia cognitivo conductual, ya que se ha demostrado ser la más eficaz en el tratamiento de Trastornos del Estado de Ánimo.