Vigorexia y ortorexia

08 julio 2019

Como ya hemos nombrado con anterioridad en los artículos relacionados con los trastornos de la conducta alimentaria, los trastornos que más nos suenan, son la anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y trastorno por atracón. Pero debemos de tener en cuenta que el los últimos años han ido apareciendo nuevos términos para definir diferentes problemas que han surgido relacionados de una u otra manera al culto al cuerpo.
Hoy en este espacio vamos a esclarecer cuáles son algunos de estos nuevos términos.

Para empezar vamos a hablar hoy sobre la vigorexia y la ortorexia ya que se encuadran dentro de los nuevos trastornos surgidos de más repercusión.

La vigorexia está caracterizada por ser:
– Más común en hombres que en mujeres.
– Un entrenamiento físico duro y obsesivo con la intención de ganar masa muscular y perder la grasa existente.
– Las personas que lo sufren, presentan un control absoluto sobre su alimentación con la idea de ganar masa muscular lo más rápido posible. Esto en ocasiones, puede desembocar en otros trastornos de la conducta alimentaria como la bulimia nerviosa.
– Pasan muchas horas en el gimnasio olvidándose de sus responsabilidades así como de las relaciones sociales.
– Evitan las comidas sociales para no saltarse su estricta dieta.
– Se sienten culpables cuando no están haciendo ejercicio físico y llegan a entrenar incluso cuando se presentan lesiones musculares entre otras.
– Se miran constantemente en el espejo para comprobar su evolución aunque está nunca será satisfactoria, lo cual nos hace recordar a las personas que padecen anorexia, las cuales nunca se verán satisfechas con su peso.
– Algo más peligroso es el consumo de drogas por parte de estás personas, con la intención de desarrollar aún más su masa muscular.

La vigorexia presenta unos riesgos para la persona que lo padece, como son el problema derivado de las continuas lesiones musculares, el aislamiento social que se va haciendo cada vez más evidente, la baja autoestima que nunca se ve satisfecha y la preocupación que eso encierra, depresión, suicidio y los riesgos debido al consumo de drogas.

La ortorexia está caracterizada por:
– Obsesión por la ingesta de alimentos saludables.
– Están constantemente preocupados por los alimentos.
– Planifican con todo lujo de detalles su alimentación.
– Pérdida de peso debido a las reglas que se imponen con respecto a su alimentación que en ocasiones no son saludables.
– Aislamiento social debido a su obsesión por la alimentación.
– No se permiten saltarse las reglas con respecto a su alimentación y si en algún momento eso ocurre, surge un sentimiento de culpabilidad en la persona.
– La persona se siente superior con respecto a los demás por llevar una alimentación “sana”.
– Dejan de hacer caso a las señales fisiológicas, comiendo sin hambre o pasando hambre en otras ocasiones.
Al igual que la vigorexia, la ortorexia presenta riesgos para la persona que lo padece como la pérdida de peso que se hace mayor con el paso del tiempo así como la desnutrición. Por otra parte, el sentimiento de superioridad que presenta la persona afecta a las relaciones sociales, haciéndolas cada vez más pobres. En los casos más graves, la persona puede llegar a sufrir de hiponatremia, acidosis metabólica y pancitopenia que pueden provocar la muerte de la persona que sufre el trastorno.

Como hemos visto, tanto en la vigorexia como en la ortorexia, la persona presenta obsesión con respecto al cuerpo y la alimentación, todo esto siendo muy influenciado por las experiencias vividas, la propia personalidad del sujeto, el entorno familiar y escolar, los medios de comunicación y los cánones de belleza entre otros.

En muchas ocasiones se relacionan dichos trastornos mencionados en el artículo al trastorno obsesivo compulsivo, de manera que es importante evaluar con detalle cada caso.
El tratamiento para ambas problemáticas requiere según el caso, de tratamiento psiquiátrico y psicológico. También será muy importante el apoyo que reciba la persona por parte de sus familiares y amigos para la evolución favorable del mismo.

Priscila Alarcón